El comercio interno juega un papel vital en proporcionar a las personas de ese país en particular desde las necesidades básicas hasta los lujos de la vida. Por otro lado, el comercio exterior también es necesario para algunos países debido a varias razones. En primer lugar, si el país no produce esa necesidad o deseo, puede importar del otro país y la segunda razón es la escasez de la necesidad o deseo producido. Una escasez puede causar que el gobierno del país tenderá a importar del otro país. Al final, todos sabemos que las cosas no suceden tan simplemente. Igual es el caso tanto en el comercio interior como en el exterior. El comerciante debe enfrentar algunas complejidades.
Idiomas diferentes
En el comercio interno, no habría dificultades para comprender literatura informativa, folletos técnicos, instrucciones de embalaje, etc., ya que todos los comerciantes sabrían el idioma nacional del país en cuestión. Sin embargo, en el comercio exterior, pueden surgir dificultades de comunicación, ya sea carta oral o escrita, telegrama o literatura comercial y manuales de instrucciones sobre productos exportados, ya que los exportadores e importadores pueden hablar idiomas totalmente diferentes. Sin embargo, el uso del inglés en los círculos comerciales internacionales ha superado en gran medida este problema.
Diferentes pesos y medidas.
En el comercio interno, se utilizan las mismas unidades de longitud, peso, capacidad y voltaje. Sin embargo, en el comercio exterior, diferentes países utilizan diferentes unidades de pesos y medidas. Por ejemplo, en América del Norte, el suministro eléctrico es de 110-120 voltios y la frecuencia es de 60 Hz, mientras que en Malasia es de 240 voltios y la frecuencia es de 50 Hz. Por lo tanto, una empresa electrónica de Malasia que abastezca tanto a los mercados domésticos como a los de América del Norte tendría que fabricar transformadores, motores de diferentes especificaciones.
Diferentes estándares sociales, reglas y regulaciones
En el comercio interno, los productores, mayoristas y minoristas están familiarizados con el gusto y las demandas efectivas de los consumidores con respecto a sus productos, así como con las normas y reglamentos relacionados con la venta de estos productos en el mercado local. Sin embargo, en el comercio exterior, los exportadores están vendiendo a diferentes países donde las personas pueden tener diferentes niveles sociales, gustos y niveles de ingresos. Las normas y reglamentos sobre la venta de bienes pueden ser muy diferentes. A veces, las regulaciones de alimentos y medicamentos en ciertos países pueden prohibir el uso de ciertos aditivos y colorantes alimentarios. Por lo tanto, existe una mayor necesidad de investigación de mercado antes de que el exportador se atreva a aventurarse en el mercado de exportación.
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