El pádel, también conocido como tenis de plataforma, comenzó en la década de 1920. Dos amigos estaban buscando una manera de practicar sus habilidades en el tenis durante la temporada de invierno. Encontraron un concepto para construir una cancha inusual diseñada para el invierno. La dimensión de la cancha era de 30 pies por 60 pies, aproximadamente un cuarto de una cancha de tenis, cercada por pantallas de 12 pies de altura. Además de evitar que las pelotas se desvíen de la cancha, el propósito de la pantalla era dejar que los jugadores rebotaran de ellas como en el racquetball o el squash.

Poco sabían los creadores que el deporte se volvería lo suficientemente popular como para ser jugado por hombres y mujeres de diferentes niveles de experiencia y edad. O que se disfrutaría en todo Estados Unidos y Canadá, sin mencionar los diferentes países del mundo.

El pádel es muy fácil de jugar. Cualquiera puede tomar una pala y aprender mientras se divierte. No es lo mismo que el tenis, donde necesitas velocidad y potencia para ganar. En el pádel, debes tener la paciencia y la estrategia de un jugador de ajedrez. Es por esto que puede ser un juego adictivo.

La capacidad de jugar fuera de las pantallas hace que el juego sea más interesante. Parte de su atractivo es poder cambiar las tornas en un partido masculino contra femenino. Una mujer no puede ser superada por el poder bruto de un hombre solo si puede jugar bien sus cartas. Debido a las pantallas, es difícil predecir el movimiento de un oponente. Pero esto es parte de la estrategia.

Actualmente, las canchas están construidas de aluminio con calefacción debajo para que la nieve que cae no se acumule porque se derrite al aterrizar en la superficie. También hay cabañas de calentamiento cercanas con chimeneas y comodidades contemporáneas. La cancha también está equipada con luces para jugar de noche. De septiembre a abril, la temporada de este deporte es más larga que los juegos de verano.

Este deporte complementa sus habilidades en el tenis, tales como gastos generales y voleas. Por lo tanto, no tienes que dejar de jugar tenis por completo. Lo bueno de este deporte es que las mujeres pueden jugar contra los hombres en torneos. A diferencia del tenis en el que los sexos tienen que ser segregados porque el poder bruto de un hombre generalmente no es rival contra el de una mujer.

Otra idea brillante sobre este deporte es que los parques que nunca se usan durante el invierno pueden equiparse con canchas para que sean útiles.